El ejemplo de
Hilda
“Llegué a Cañete casi sin medios económicos. Comencé a vender “caldo de gallina”-plato típico del Perú- en un carrito ambulante en la calle. Como tenía dificultades en mi negocio me acerqué al CEFEM a solicitar asesoría empresarial”, recuerda Hilda Palomino, natural de Ayacucho, ciudad del interior del país. Hilda atravesaba por circunstancias difíciles: “mi autoestima estaba muy baja, nadie me había enseñado el valor de todo trabajo. Me sentía insegura, pensaba que mi negocio no era importante y hacía gastos innecesarios. Aprendí mucho y abrí un restaurante con su letrero, con mesas y manteles. He notado que las ventas han aumentado porque además del exquisito sabor, hay una sonrisa al servir cada plato y todo está limpio y muy ordenado”, agrega.
Hilda Palomino le dió un giro a su negocio de caldo de gallina después de
acudir a los cursos de microempresa en el CEFEM.
Hilda también comenta: “además, la mejora del
negocio influyó en la unión familiar: ahora trabajo codo a codo con mi esposo y
mi hija, compartimos momentos, nos ayudamos, vivimos en armonía y tenemos metas
de mejora personal”.Fuente:
http://www.es.josemariaescriva.info/articulo/50-aniversario-de-condoray-lider-en-el-desarrollo-del-mundo-rural